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No es que sea un experto..pero hay vamos aprendiendo: Mario
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Las mujeres son muy lindas..... cuando no son el Diablo
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Datos de Interés:

 

Historia de los indigenas Panche

por: Mario Panche

 

 

Los panches se caracterizaban por sus costumbres seminómadas.

Los cronistas registraron que los panches sacrificaban personas y los consumían en su totalidad, conservando sólo la cabeza para colgarla en sus bohíos a manera de trofeo.

  

Datos Históricos:

 

Fue uno de los grupos que mayor resistencia opuso a la conquista española, porque estaban bien organizados y por su estrategia militar.

 

Juan de Céspedes y Alonso de San martín fueron los primeros españoles que penetraron en territorio panche con el ánimo de someterlo, pero no tuvieron resultados exitosos. Entonces Quesada se alió con los indígenas muiscas, y superaron en batalla a los panches, quienes trataron de rebelarse hasta 1550, en que Antón de Olalla y Juan Ruiz Orjuela los exterminaron ya que no los pudieron someter. Los pocos sobrevivientes murieron por los trabajos forzados a que fueron sometidos en la explotación de las minas de Mariquita y Gualí, por el hacinamiento en espacios muy reducidos (viruela y sarampión), la disolución de los núcleos familiares y el cambio obligado de alimentos.

  

Características Etnicas en Colombia

 

 

La costumbre de efectuar deformaciones corporales era propia de los grupos caribes, entre los cuales están los panches. Deformaban las pantorrillas, los brazos y el cráneo.

 

 

  

Características Sociales y Económicas de los Panches

 

El cacicazgo era la forma de gobierno imperante, en el que cada cacique tomaba el nombre del sitio en donde habitaba. Se llegaba a cacique por el valor demostrado en combate. Gobernaban asesorados por un grupo de capitanes consejeros.

 

El sacerdote o chamán tenía gran importancia y sus consejos eran acatados. Ejercía sus funciones valiéndose de plantas o ídolos de madera, o de cerámica con los que hacía las rogativas necesarias. Creían que el chamán podía convertirse en jaguar o murciélago, podría adquirir los poderes y saberes de los dos animales

 

La población estaba conformada por clanes en los que se consideraba delito casarse dentro de un mismo clan.

 

Se evidencia que el hombre tenía mayor categoría, porque el primer hijo debía ser varón. En caso de que fuera mujer la mataban, y también a las siguientes hasta que naciera un hombre. Sin embargo, la mujer adulta desempeñaba un papel importante dentro de la comunidad: acompañaba a los hombres a la guerra, les curaba las heridas, ayudaba a cargar las armas.

 

Practicaban la circuncisión en las niñas recién nacidas lo que generaba una alta mortalidad de la población infantil femenina. El matrimonio se concertaba inmediatamente si la niña lograba curarse de la herida de la circuncisión. La petición de mano se hacía mediante la entrega de un collar a la madre, quien lo guardaba hasta que la niña estuviera en edad de contraer.

 

Los hombres andaban desnudos y las mujeres usaban un cubre-sexo de algodón. Las esposas de los señores principales llevaban el cubresexo adornado con oro y caracoles y se decoraban el cuerpo profusamente.

 

Construyeron sus viviendas sobre las terrazas aluviales conformadas por el Rio Magdalena y aprovecharon sus recursos, como peces, carne de tortuga,

 

Orfebrería

 

Los Panches o Tolima utilizaron el oro para elaborar figuras antropomorfas que combinaron características de varios animales de su hábitat como los peces, los murciélagos, los jaguares, los grillos. Representaron también la transformación del chamán en murciélago o jaguar.

 

Alfarería

 

Su producción de cerámica fue abundante auque no muy depurada. Como técnicas decorativas utilizaron las incisiones y las impresiones con instrumentos agudos y la impresión digital. Los diseños suelen ser representaciones geométricas a base de líneas rectas; el más común es el de rejas o mallas. Un detalle característico de la alfarería de los panches es la decoración de los bordes de las vasijas.

 

Aspectos Funerarios

 

Creían en otra vida después de la muerte, a la que había que llevarse las pertenencias. Por esta razón, se encuentran en sus tumbas diferentes clases de ofrendas de cerámica y oro, armas, artefactos de piedra y otros bienes.

 

Practicaban tanto los entierros múltiples como los individuales primarios, en los que depositaban el cadáver directamente en la tierra cavada enforma rectangular, a escasos centímetros de profundidad, y secundarios en urnas cerámicas de gran tamaño. Para los enterramientos secundarios cavaban las tumbas a unos 4 metros de profundidad.

 

 

BITUIMA, ESCENARIO DE LA TRAGEDIA                            PANCHE

 

Este municipio toma su nombre del valiente guerrero que con su bravura, coraje y valor, intentó mantener vivo el espíritu de los nativos de esa raza indígena que a manos de los españoles quedó enterrada en la noche de los tiempos.

 

Este municipio toma su nombre del valiente guerrero que con su bravura, coraje y valor, intentó mantener vivo el espíritu de los nativos de esa raza indígena que a manos de los españoles quedó enterrada en la noche de los tiempos.

 

1. Piscilandia.

 

El sol definitivamente es el aliado perfecto y el cómplice ideal de las piscinas, las competencias de billar y tejo, los asados al aire libre y todas las actividades que recuerdan el tiempo de vacaciones. Bituima, por gozar de un clima privilegiado, entre los 26 y los 20 grados centígrados, ostenta varios sitios de este estilo. Piscilandia y la Piscina Municipal son algunos de ellos.

 

2. Los trapiches.

 

Metidos entre las plantaciones de café y el tupido follaje de jungla tropical que envuelve al municipio se encuentran los trapiches, humildes construcciones de madera que colindan con exquisitos cultivos de caña. Allí, la prosa campesina también se recrea día a día durante la elaboración de la miel y la panela.

 

3. Laguna.

 

Durante los años treinta del presente siglo, el párroco de Bituima celebraba la fiesta de Cristo Rey en una balsa que llevaba hasta el centro de la Laguna, desde allí oficiaba la misa a la feligresía que en las orillas presenciaba la ceremonia. Esta celebración fue suspendida, pero la hermosa laguna de aguas azules y verdes continúa siendo una excelente alternativa turística.

 

4 Parroquia Nuestra Señora de Belén.

 

La doctrina de Bituima fue fundada por fray Lope de Acuña, cuya capilla reformaron los dominicos en 1557. Más de un siglo después se inició la construcción del actual templo. A propósito, el domingo primero de abril, a partir de las 10:30 a.m., el padre Oscar Avidez Bolívar realizará una sanación, misa por la salud de todos los enfermos.

 

5. Día de la Mujer.

 

Las mujeres campesinas han sido las grandes protagonistas del desarrollo productivo de Bituima. Ellas junto con sus compañeros trabajan de sol a sol para ganar su sustento y para hacer de este territorio un sitio de esperanza. Por esto la alcaldía municipal está organizando un evento especial que contará con la presencia de 20 mujeres por vereda.

 

El valiente guerrero indígena.

 

Casi todo estaba perdido para los nativos ante la superioridad bélica de los castellanos que hacia 1537 controlaban todo el territorio chibcha. Del valor del cacique Bituima, con su bravura y coraje, surgieron las pocas esperanzas de subsistencia de la raza invadida.

 

La obstinada enemistad entre los zipas y los zaques con los panches comandados por Bituima fue uno de los factores que impulsaron la dominación española. La traición de una gran cantidad de muiscas que no sólo lucharon contra los blancos, sino que se aliaron con ellos para exterminar a sus propios hermanos de sangre, crearon en el ambiente sentimientos de desánimo y tristeza.

 

Los panches siguieron en la lucha para sacar a los conquistadores del territorio chibcha, pero en Tocarema, uno de los pueblos primitivos que dio origen al que hoy se conoce como Anolaima, las huestes panches sufrieron otra derrota. Los muiscas, que en cantidad superaban a los 4.000 hombres, se sumaron a las tropas de Quezada, quien junto con otros once oficiales suyos sellaron la victoria de dicha batalla.

 

El cacique Bituima no se dio por vencido. Organizó una rebelión con sus homólogos de Tocarema, Guataquí y Ambalema, entre otros. En este período la furia de los panches fue tan impresionante que Hernán Pérez de Quezada tuvo que conformar un ejército de cuatro mil indios, doscientos infantes y treinta jinetes. Así derrotó a los caciques Bituima y Anapoima.

 

                             LOS PANCHES

 

Etnias relacionadas

 

Pijaos, Pantagoras, Sutagaos.

Los panches o tolimas son un pueblo amerindio, que habitaba en ambas riberas del rio Magdalena y su cuenca, desde la hoya del río Gualí al noroeste y del río Negro al noreste, hasta la hoya del río Coello al suroeste y Fusagasugá al sureste.1 Se le ha considerado culturalmente similar a los pueblos caribes vecinos pero lingüísticamente no emparentado con ellos.2 Fueron descritos por los conquistadores españoles como temibles guerreros, antropófagos cuya vida giraba en torno a la guerra.

 

 

 

Territorio

En el momento de la conquista se encontraban asentados en el centro de la actual República de Colombia, en el oriente del Tolima occidente de Cundinamarca. Sus vecinos al occidente eran los Pijaos, Coyaimas y Natagaimas; al noroeste los Pantágoras; al noreste los Muzos o Colimas; al sureste los Sutagaos y; al este los Muiscas o Chibchas.

 

Se ha establecido aproximadamente el alcance territorial del país Panche, teniendo en cuenta que las zonas limítrofes fluctuaban por las guerras y otros motivos. Por el norte llegaba hasta los ríos Guarinó y Gualí colindando con sus hermanos de origen e idioma, los Pantágoras o Palenques. Hacia el occidente habitaron parte de la cordillera central, los pueblos que hoy conocemos como Fresno, Falan, Palocabildo, Líbano y Anzoátegui (Tolima) eran zona limítrofe con otros pueblos indígenas. En cuanto la zona limítrofe hacia el oeste y sudoeste existen grandes dudas, especialmente en el caso de Ibagué, ya que algunos autores afirman que el área actual esta ciudad se encontraba en territorio Panche y otros aseguran que era Pijao. La respuesta a este dilema sin embargo puede hallarse en que Ibagué en principio fue fundada en el sitio que hoy se encuentra Cajamarca (Tolima), terrenos que sin duda alguna pertenecían a la nación de los Pijaos, pero meses después la ciudad fue trasladada al sitio que hoy ocupa, a la meseta, que según la mayoría de cronistas la adjudican como territorio Panche.

 

Dominaron y habitaron los Panches las tierras actualmente ocupadas por los pueblos de Rovira, Valle de San Juan y San Luís, Guamo y El Espinal. Partiendo entonces de esta base deducimos que el río Combeima y el río Coello eran límite fluctuante entre Panches y Pijaos. Por el Oriente ha sido posible establecer que la frontera entre Panches y Muiscas pasaba por entre los municipios de Anolaima, Zipacón (fuerte militar fronterizo de los Muiscas), Tena Viotá y La Mesa (Cundinamarca), tomando la parte alta de la cordillera de Subía hasta Tibacuy. Al sudeste ocuparon los hoy valles de Carmen de Apicalá y Melgar (Tolima), frontera que compartían con los Sutagaos. Hacia el Noroeste los Panches habitaron los pueblos de Nimaima, Nocaima y La Vega (Cundinamarca), siguiendo la serranía del Tablazo hasta Pacho, donde empezaba la comarca de los Colimas o Muzos. A Partir de estos puntos concluimos que son netamente Panches los pueblos de Villeta, Guaduas, Sasaima, Chaguaní, Vianí, Guayabal de Síquima, Útica y El Peñón (Cundinamarca)

 

Como ya lo habíamos anotado anteriormente, el gran Tolima albergaba con estas extensas comunidades, también un basto sistema socioeconómico muy similar entre sí. Aunque nunca se rigieron por un mando central, estas agrupaciones prehispánicas se organizaron en señoríos independientes, comunidades tributarias y comunidades subyugadas a otras.

 

El cacicazgo era ejercido sin tener muy en cuenta las vías de dinastías, se elegía de acuerdo a las necesidades del momento, el valor y conocimiento relacionado con lo sobrenatural, era una exigencia y no era de mucha importancia el sexo del elegido. Se conoce de Caciques mujeres, que estuvieron al mando de los destinos de estos pueblos con resultados notables.

 

Existía dentro de estas civilizaciones los Marirris o Piaches, Mohanes, Chamanes o Brujos, Ancianos y Adivinos, que desempeñaban un papel importante en las decisiones religiosas, políticas, militares y en especial en materia de salud. Tenían que ver con lo real pero también con todo lo divino y lo sagrado. Los Caciques Panches o Síquimas, tenían como costumbre dar su nombre a la región que gobernaban y eran asesorados en sus funciones especialmente por un grupo de personas de autoridad y experiencia llamados Acaimas.

 

Organización Político-administrativa

 

Su organización política era de tipo tribal, esto significa que no tenía una gran diferenciación jerárquica dentro de la sociedad, ni existían líderes que dominaran políticamente grandes territorios o súbditos. Sin embargo las crónicas española de la conquista dejan ver que algunos líderes tenían reconocimiento en razón de su capacidad estratégica militar, cuyo mando era acatado por otros líderes en alianzas temporales. La nación Panche estaba conformada por las tribus Tocaimas, Anapuimas, Suitamas, Lachimíes, Anolaimas, Síquimas, Chapaimas, Calandaima, Calandoimas, Bituimas, Tocaremas, Sasaimas Guatiquies etc.3 4

 

Gobernantes

 

La organización tribal no permitió el surgimiento de grandes líderes políticos, tampoco hubo una buena recolección de la historia de estos pueblos menos si se tiene en cuenta su rápido exterminio durante la conquista y los años posteriores a esta. Solamente las crónicas dan una idea sobre este punto. Entre los líderes más destacados que las crónicas de la conquista percibieron se encontraba Bituima un hombre sabio de edad madura y con una gran capacidad de convocatoria pues logró la unificación de un buen número de tribus bajo su mando en las batallas de la resistencia a la conquista, este fue un buen estratega militar y puso en jaque a los españoles en Bituima derrotándolos durante el sitio de estos a la fortaleza. También se reconoce a Tocarema y Anolaima quienes combatieron en la batalla de Tocarema contra la invasión de España y que acordaron tratados de paz con Gonzalo Jiménez de Quesada, además de un antiguo jefe Tocaima aunque había muerto hacía muchos años su memoria permanecía viva tal vez por su talento militar.

 

La Guerra

 

La guerra era su principal actividad, los españoles les reconocieron una gran capacidad estratégica durante la conquista. Los Muiscas afirmaban lo mismo, de hecho reportaron que durante muchos años los Panches asaltaron de forma constante sus sembradíos y secuestraban a sus mujeres; en zonas fronterizas como Tibacuy, Subía, Tena, Ciénaga, Luchuta y Chinga los jefes políticos apostaron Güechas o guerreros profesionales reconocibles por su gran tamaño que intentaron contener a los temibles enemigos. Eran enemigos también de grupos Caribes como los Muzos. Incluso los Pantágoras o los Pijaos vivían en constante enfrentamiento con grupos Panches que a su vez luchaban internamente.3

 

Sus armas eran mazas, macanas, arcos, flechas y dardos. Preparaban mezclas de venenos de serpientes, arañas y alacranes para envenenar las flechas y los dardos. De los Panches, los Tocaimas eran los más civilizados y de índole más pacífica, y los Síquimas los más guerreros.4

 

De acuerdo a las crónicas de Fray Pedro Simón un objetivo de la guerra era la obtención de carne humana bien para la alimentación o para la práctica del canibalismo ceremonial, sin embargo es más probable que los Panches como grupo guerrero tal vez practicaban el canibalismo a causa de la guerra como forma de infundir terror a sus enemigos y como una forma ritual de obtener las cualidades de los vencidos, en este caso el canibalismo es más una opción consecuencia de la guerra que la causa de ella.

 

A pesar de sus continuos conflictos internos podían hacer alianzas intertribales al sentirse amenazados por pueblos que no fueran Panches, esto se presentó durante la conquista y en tiempos anteriores cuando se aliaron para asaltar los territorios de los Muiscas, que siempre fueron muy superiores demográficamente.

 

Historia

Origen

 

Por sus características culturales se consideraba que los panches hablaban una lengua perteneciente a la familia lingüística caribe,1 5 aunque la evidencia lingüística disponible sugiere que la lengua de los panches, pijaos y tolimas no estaba emparentada con la de otros pueblos caribes a pesar de las similitudes culturales entre esos grupos y los grupos caribes. Según Fray Pedro Simón, los Panches hablaban el mismo idioma que los Pijaos.

 

No es claro el origen de los pueblos culturalmente caribes, se cree que provenientes de la meseta de Matto Grosso en Brasil, (aunque otros autores presumen que son oriundos de Guayana, las islas del Caribe y el norte de Venezuela) habrían llegado al actual territorio de Venezuela por el valle del Orinoco y posteriormente ingresarían a Colombia posiblemente por la serranía del Perijá ascendiendo por el valle del Magdalena hasta ubicarse en las zonas de Cundinamarca y Tolima estas tribus que se ubicaron en esta región habrían dado cambios culturales hasta formar las unidades Panches, Muzos, Pijaos, Pantágoras, Colimas etc. Desde donde invadieron territorios que en etapas anteriores le pertenecieron a grupos de la familia Chibcha y que han sido denominados por los arqueólogos como del periodo Herrera. Este cambio parece presentarse desde el siglo IX a XIV d. C. de acuerdo a los análisis arqueológicos y antropológicos.

 

Conquista

 

En la zona del litoral Atlántico, cada poblado amerindio se transforma en un baluarte de la firmeza americana, contra la invasión española. Antes de empezar la marcha hacia territorios del interior de Colombia, los invasores tuvieron que soportar largas jornadas de agotadores combates, por espacio de 10 años para lograr romper el cerco alrededor de la primera cabeza de puente del litoral. Debieron primero arrasar, someter, desterrar, asesinar, cometer actos de pillaje y vandalismo a pobladores de estas regiones antes de continuar.

 

La conquista de los nuevos territorios, se caracterizó por estar comprendido entre el tercer periodo del proceso de urbanización europea en nuestro país, etapa que comienza en el año de 1.535, cuando los conquistadores rompen el cerco de la resistencia de pueblos del litoral Atlántico como los Taironas. Seguidamente marchan varias columnas militares que penetran en el interior de Colombia, siguiendo unos patrones naturales de sentido norte - sur, los valles de los ríos Magdalena y Cauca, e historias de tesoros fabulosos que alimentaban sus obsesiones de lucro y grandeza.

 

Gonzalo Jiménez de Quesada, salió de Santa Marta el 5 o 6 de abril de 1536 con cerca de 700 conquistadores españoles. La expedición de mercenarios además llevaba caballos reservados para los capitanes, numerosos perros de fundamental ayuda, pues eran diestros para la lucha y las sangrientas aperreadas o emperradas, terminó que significa azuzar perros de presa contra la población indígena.

 

Al llegar a La Tora, importante punto en el comercio de la sal, hoy día Barrancabermeja en el Magdalena medio, crearon un eje provisional desde donde se efectuarían todas las expediciones hacia el sur, mientras se fundaba una próxima ciudad; este elemento de expedición se denominaba El Real, que servía como base temporal donde aprovisionaban, servía como refugio, se tomaban decisiones y se lanzaban exploraciones a diversos puntos. De allí continuaron hacia el sur, donde el 12 de marzo de 1537 llegaron a Guachetá (Cundinamarca), enclave de la grandiosa sociedad Chibcha, ante quienes alegaron ser embajadores de un Rey muy lejano. Con esta maniobra habían iniciado la conquista de las zonas altas de los Andes Centrales.

 

Una vez encontrados y conquistados los territorios Muiscas, las tropas de Jiménez de Quesada decidieron enfrentar la resistencia de los Panches.

 

Incursión en el territorio de los Panches

 

Pasado el invierno de 1537, Gonzalo Jiménez de Quesada que se encontraba ya en Bacatá, hoy Funza, da la orden al capitán Juan de Céspedes de explorar nuevas tierras. El oficial fue conducido por guías Muiscas a Tibacuy, entra por dominios del Cacique Cónchima a territorio de los Panches donde se mostró poco amigable, arrogante y hostil. Sus comentarios y los de sus cronistas son de intrepidez, vigor y disciplina que hace contraste con las observaciones hechas sobre los Panches, desordenados, belicosos, vengativos y antropófagos.3 Fue la primera expedición castellana en suelo Panche. Durante este mismo año Jiménez de Quesada personalmente se dirigió por las ásperas montañas de Tocarema, para hostigar a sus pobladores con el ánimo de intimidarlos, para que les entregaran su oro y abandonaran sus tierras. Los Panches de este sector no cedieron a estas presiones y en respuesta declararon la guerra a los invasores y a sus resignados aliados.

 

El 6 de agosto de 1538 es fundada la ciudad de la Santa fe de Bogotá del Nuevo Reino de Granada en nombre del emperador Carlos V, el capitán Pedro Fernández de Valenzuela fue encargado de buscar un sitio para fundar la ciudad y lo encontró en Teusaquillo, no lejos de donde tenía el Zipa una casa de recreo. La celebración se realizó el 27 de abril del año siguiente en presencia de los conquistadores Nicolás de Federmán y Sebastián de Belalcázar (o también Benalcázar). El comandante Belalcázar que en 1.530 participó junto con el extremeño Francisco Pizarro en la conquista del Perú, fue un hombre muy organizado y disciplinado que venía de fundar a Quito en 1.534, donde también escuchó sobre el Dorado en una tierra lejana llamada "Cundulmarca" (de boca de un comerciante).

 

Por el mismo tiempo, Jiménez de Quesada había despachado una pequeña comisión comandada por su hermano Fernán Pérez de Quesada. Encontrándose en tierras de los Guataquíes, escuchó de estos que hacía unos pocos días habían pasado unos extraños; algunos parecidos a ellos, a quienes llamaron Peruleros por que provenían del Perú, acompañados de guerreros mercenarios, equipados con armas bellamente decoradas, herrajes, tiendas, mujeres de juego, expertos cocineros, toros de casta, princesas y mujeres con atuendos típicos Incas, esclavos negros y centenares de cerdos cuidados con esmero por un sin número de esclavos dirigidos por fray Hernando de Granados; hacían parte de una formidable expedición cuyo propósito era llegar al Mar del Norte. Como maestre de campo venía Melchor Valdez y como capitanes Juan de Cabrera, Pedro de Puelles, Hernando de Rojas y el controvertido Juan de Arévalo a quien medio Perú no quería.

 

Guiado por los naturales, preocupado e intrigado Pérez de Quesada, dio alcance a la gran expedición de Belalcázar que se hallaba estacionada en la desembocadura del río Sabandija; banda occidental del Magdalena en un punto que más tarde llamaron Paso de Julio Góngora, hoy día, la población de Méndez Tolima. Este sin duda fue el primer encuentro entre dos grandes expediciones en suelo Panche que se tenga noticia y sucedió el 6 de agosto, fecha en que Quesada le dio origen a Santa Fe.

 

Por la súbita llegada desde Coro Venezuela con cuatrocientos hombres de los cuales perdió trescientos, ciento diez soldados de a pie, diecisiete de a caballo, más un centenar de indios cargueros Caquetíos el tercer expedicionista, el Teutón don Nicolás de Federmán, teniente del general Jorge Spira y encargado por Alfínger como Teniente y Capitán General; entra por el oriente del país a la sabana de Bogotá, en busca según él de hallar camino al Mar del Sur. Este viaje estuvo lleno de anécdotas, descuartizamientos y quema de indios vivos. Todo justificable para este expedicionista Luterano, que si no resulto un gran soldado, al menos, sí un estratega astuto y cruel, comerciante hábil, cosa que demostró al enfrentar a Quesada y Belalcázar en tierras de Tisquesusa en donde se crea entre estos comandantes una incómoda situación que origina severas disputas territoriales.

 

Los tres altos oficiales convinieron el regreso a Europa para que la corte española decidiera sobre tan complicados litigios. Tratando de encontrar una ruta más cercana y con el acertado conocimiento de la zona por sus guías Panches, Muiscas y sus previas expediciones, concluyeron que el río Magdalena, aquel que habían dejado en el punto La Tora (nombre dado del libro sagrado del judaísmo y marca el origen hebreo de la familia del conquistador Quesada), habiendo decidido navegar por el Opón arriba; se encontraba tan solo a cuatro días de camino hacia el occidente. Fue así entonces que el 12 de mayo de 1539 los tres generales expedicionistas salieron rumbo a Guataquí (Cundinamarca), una de las primeras poblaciones de origen Panche en ser tomada por europeos y primer puerto de embarque sobre el alto Magdalena. Es de anotar que la población de Tocaima (Cundinamarca) frente a Guataquí, también de origen Panche, fue sitio estratégico para la explotación de las minas de La Sabandija, Venadillo y Mariquita en el norte del departamento del Tolima (Fernández de Piedrahita). En cuanto a la fundación de estos pueblos y los que habrían por venir, permiten la siguiente reconstrucción esquemática:

 

1 - Se comprueba que en la región conquistada exista oro. 2 - Se funda sobre una antigua ciudad o pueblo uno nuevo y se toma esta como fecha de fundación única. 3 - Se impone la esclavitud o vasallaje de acuerdo a las leyes europeas y se crean y reparten las encomiendas entre sacerdotes, oficiales y soldados. 4 - Se encuentran y explotan con intensidad las minas de oro inicialmente con mano de obra local, después con nativos traídos de otros lados, posteriormente trabajadores esclavos llegados penosamente del África.

 

En 1.542 don Alonso Luis de Lugo, hijo del extinto gobernador de Santa Marta don Pedro Fernández de Lugo provenientes de los Reinos de España e Islas de Canaria, llegó a Santa fe como adelantado del Reino de Granada, quien según fray Pedro Simón trajo las primeras 35 vacas y un toro a estos nuevos territorios. Ingratamente recordado por codicioso, saqueador del Erario Real y cuanto pudo en Santa fe; a finales de 1.543 comisionó a Hernán Venegas Carrillo a descubrir estos sitios. Entrando por Zipacón encontró gran ayuda por parte del Síquima, para pasar al lado occidental de la nación donde se encontraban estas magníficas minas. Pero esta relación amistosa no duró mucho. Los españoles empezaron una guerra que tardó 11 años de 1.540 a 1.551 para someter por la fuerza a los Panches del Cacique Tocaima. El 20 de marzo de 1544 el capitán Vanegas Carrillo fundó la ciudad de Tocaima.

 

Para Europa el evento de la conquista les abrió un horizonte inesperado. Propició cambios profundos en lo político, cultural, teológico y económico. Según informes oficiales de la administración colonial española, aproximadamente un siglo después de iniciada la conquista en América, se transportaron a la península Ibérica 181 toneladas de oro y 16.000 toneladas de plata. Estas cifras no tienen en cuenta que tanto los oficiales, soldados, frailes, recaudadores, adelantados etc., se quedaban con la mayor parte del oro, plata y piedras preciosas que robaban, explotaban, encontraban o recaudaban. El intenso comercio de América hacia Europa, creó unas figuras que hoy día aún están vigentes. En Europa circuló por espacio de quince años, diez veces más oro del que normalmente circulaba, produciendo una gran expansión mercantilista, animando de esta forma el nacimiento del capitalismo entre España y Portugal quienes a su vez gastaban y guardaban ese oro en Holanda e Inglaterra.

El primer intento de don Gonzalo por salir hacia Europa para entregar personalmente la parte del tesoro rancheado al Emperador y registrar su descubrimiento, fue frustrado por problemas internos. Pero la llegada de dos conquistadores con poderosos ejércitos a este mismo territorio apresuro nuevamente la salida. En dos bergantines, el uno para Jiménez de Quesada y para el alemán Federmán y el otro para Belalcázar; por espacio de 17 kilómetros navegaron sumidos y distraídos por sus disputas jurisdiccionales, nunca se percataron de estar en pleno corazón de la nación Panche, sociedad de pescadores y artesanos, que tampoco imaginaron que aquellos extraños serían los nuevos propietarios de sus tierras, destructores de sueños y verdugos de sus cuerpos y almas. En este recorrido los conquistadores se encontraron con la que consideramos fue uno de los pilares de la cultura Panche, Honda Tolima. El desembarco en dicha población se debió a que era demasiado arriesgado cruzar los rápidos que allí se forman decidiendo hacer trasbordo, hecho que se convirtió en una importante costumbre y de Honda haría el puerto principal del Nuevo Reino. Los conquistadores y sus problemas siguieron rumbo a Europa pero el pueblo Panche quedó expuesto al amargo y demoledor orden colonial.

 

Antes de la llegada del saqueador y codicioso gobernador Alonso Luis de Lugo, el 17 de abril de 1537, la Real Audiencia de Santo Domingo de la cual dependía la gobernación de Santa Marta, nombró sucesor a Jerónimo Lebrón, habitante en la isla la Española e hijo del licenciado Cristóbal Lebrón. Esta designación se hizo mientras en España se oficializaba el nombramiento del sucesor por derecho que correspondía a don Alonso Luis de Lugo.

 

Evitando una confrontación armada con los hermanos Quesada y sin poder hacer valer sus derechos en el Nuevo Reino por encontrarse en una posición militar desventajosa, decidió en enero de 1541 devolverse a Santa Marta en dos bergantines construidos en Guataquí, pero no antes de hacer un gran negocio con Pérez de Quesada por valor de doce mil pesos de oro, por la venta de sus provisiones, enseres y caballos, siendo esta cifra toda una fortuna. Navegando por la nueva ruta del Magdalena, este ambicioso personaje cometió cantidad de robos y abusos a los moradores nativos de la rivera.

 

Por la segunda detención y posterior traslado del Gobernador Don Alonso a España por oponerse a las confirmaciones de las encomiendas hechas por Lebrón; Alonso De Lugo deja como gobernador encargado a su familiar don Lope Montalvo de Lugo, quien gobernó hasta que llegó de España el nuevo reemplazo nombrado por el Rey, el licenciado Miguel Díez de Armendáriz, primer visitador y juez de residencia. En 1.545 llegó a Cartagena y dio título de teniente gobernador de este Reino a don Pedro de Ursúa.

 

Por su parte el licenciado Teniente General don Gonzalo Jiménez de Quesada después de haber conquistado, vivido en estos reinos, viajado a Europa y gastado una fortuna en diversiones y pleitos en España, Francia e Italia al cabo de 12 años regresó al Reino de la Nueva Granada con el título de Mariscal; dedicando su vida a la búsqueda del Dorado. En este esfuerzo perdió su dinero y solo regresaron a Bogota 74 españoles de los 300 que lo acompañaban, cuatro indios de servicio de los 1.500 y 18 de los 110 caballos que llevaba.

 

Es muy posible que la actitud beligerante asumida por los Panches desde la llegada de los peninsulares a estas tierras, se deba a que ya tenían noticia de la forma como los españoles se habían comportado en las Antillas. Esta actitud condujo a la rápida extinción física y cultural de los primeros súbditos de la Corona Española en unos pocos años de dominio colonial. También sabían cómo sometieron, engañaron y robaron a sus vecinos Muiscas. Bajo esta amenaza, a los españoles se les combatió desde su llegada y nunca se les consideró como amigos y mucho menos como dioses.

 

Es difícil saber si los Panches en realidad eran excelentes guerreros, si alguna vez tuvieron una fuerza que representara un verdadero peligro para la conquista, o simplemente fueron utilizados por los narradores españoles para acrecentar la fama y reputación de los conquistadores; para desviar con la grandeza castellana y con supuestos fieros guerreros la incompetencia y frustración de no poder dominar sin asesinar y de no poder vivir sin compartir.

 

Los Panches podían en determinado momento tener un ejército de miles de hombres, pero no eran en verdad un reto militar serio por la superioridad del armamento y las tácticas de guerra no ortodoxas de los españoles. Los estrategas militares ibéricos usaban grupos enemigos de sus fuertes adversarios, para ser convenientemente utilizados como aliados. Tácticas, como la de tierras arrasadas, castigos severos, el boicot de artículos de primera necesidad, la guerra sucia y hasta la guerra biológica (los españoles arrojaban cadáveres contaminados con enfermedades contagiosas a las fuentes de suministro de agua de sus adversarios), fueron muy bien entendidas y ampliamente practicadas por los españoles en América, siendo estos los factores causantes de la rápida desaparición de esta población. De igual forma se sabe que los Panches usaban armas no especializadas, es decir no fueron adecuadas para el combate, eran aparejos para la caza o elementos de labranza. El escudo por ejemplo que fue un instrumento de protección básico utilizado por sociedades bélicas antiguas, no se conocía en esta parte del mundo, sencillamente por que no se había creado la necesidad de su empleo. En las pocas bajas que tuvo el ejército de Quesada, se evidencia la forma singular de lucha de los Panches concretándose a la captura de prisioneros y no en el aniquilamiento físico del combatiente, diseñándose para este propósito armas que no ocasionaban heridas mortales. Algo similar sucedió a sociedades Mesoamericanas y al respecto bien lo comentaba el cronista Bernal Días del Castillo, al referirse a un combate entre españoles comandados por Cortés contra Mayas en la ciudad de Potonchan, importante centro comercial en la Centroamérica antigua: ...En el tiempo que necesitaban para capturar un enemigo podían haber matado a tres... La evidencia histórica y arqueológica muestra que entre los Panches no existía una sociedad de guerreros adaptados especialmente para la escena de combate, ni mucho menos que provinieran de una comunidad de belicosidad ancestral.

 

sin embargo en caso de sentirse amenazados, disponían de una estructura defensiva para la protección de su soberanía. Los Siquimas eran convocados a una asamblea permanente, formando una alianza militar entre varias aldeas estados o cacicazgos en respuesta a una agresión a su soberanía. Se tomaban decisiones, convenían estrategias y convocaban al pueblo a tomar las armas. En pequeños grupos venían apareciendo desde diversos sitios del señorío, encabezados por su líder o cabecilla seleccionado entre ellos mismos. Los escuadrones se organizaban con gentes de la misma aldea o región y se les informaba de las diversas actividades que debían desempeñar. Convocado este ejecito de aldeanos y armados con aparejos de labranza y cacería, eran dirigidos por capitanes quienes disponían de armas más especializadas y que a su ves estarían liderados por los Caciques en persona.4

 

El avance hacia el frente de guerra para los Panches, era ejecutado por divisiones de ataque cada una compuesta por flecheros y diestros cazadores armados con hachas en piedra. Estas legiones eran antecedidas por expertos honderos y lanzadores de dardos; que mimetizados en la vegetación, cumplían con el ablandamiento y desconcierto en el frente enemigo para el grueso de su ejército provisto con poderosas macanas. También tenían como misión, defender la retaguardia y dar apoyo en caso de retirada. En el combate era válido todo, hasta tirar piedras y morder. Aún antes de la guerra, las prendas y las pinturas corporales que usaban los Panches, llenaban de desconcierto y terror haciendo huir a sus adversarios. Sabemos por algunas comunidades bélicas que un clamoreo ruidoso y aplastante era un arma en sí. Logrando sacudir la mente de un hombre, se lograba también debilitarlo físicamente. Sin embargo los Panches hacían todo lo contrario, alentaban su propia resolución hacia el combate y atemorizaban al enemigo desarrollando la ofensiva en el más absoluto silencio. En contraste, los Panches no conocían la pólvora ni mucho menos sus devastadores efectos en la guerra; ignoraban el uso de los perros y los caballos que daban fuerza, agilidad y ponían un toque de desconcierto y terror a las ofensivas; y por último desafiaban un poder desconocido, soldados mercenarios europeos experimentados y curtidos que venían de una serie de guerras de reconquista en las que por cerca de ocho siglos, lucharon contra la expansión musulmana en Europa y como resultado de ello, desarrollaron tácticas especializadas de combate y armas para producir una muerte segura.

 

Como un ejército más del lado castellano, los perros armados de colmillos y garras poderosas, estaban entrenados para desbaratar un cuerpo humano, ocasionando terribles lesiones, heridas desgarradas y amputación de órganos genitales a los sobrevivientes. Los muertos por perros corrieron mejor suerte, su deceso se daba por desgarramiento de la garganta, destrucción del abdomen, infecciones, heridas severas y anemia aguda por perdida de sangre. Con suerte el atacado era rápidamente degollado y devorado por estos fieros perros acostumbrados a la carne humana. Esta suerte no solo la vivió el combatiente indígena, en una política implacable de intimidación, los mastines españoles fueron usados contra el resto de la población, mujeres ancianos y niños cayeron victimas de esta animal política de guerra.

 

La victoria de unos pocos jinetes españoles no se debió únicamente a la pólvora, a los perros, caballos o a los hombres que los montaban sino a los millares de indígenas mercenarios que capacitaron para ser dirigidos por cada soldado español. Las tácticas de los Panches también fueron un factor de desventaja, cuya tradición era atacar en grandes grupos, haciéndolos vulnerables a la artillería y a los mosquetes. Estas armas ocasionaban la muerte a distancia significando la deshonra para los Panches, delicadeza que no afectaba a los castellanos a quienes les era indiferente el modo de matar.

 

Hicieron frente y fue difícil vencerlos, pero los españoles no tardaron mucho en encontrar la mayor debilidad de estos fieros y valerosos defensores; a la muerte o captura de su líder, solían abandonar el campo de batalla, así estuvieran ganando la contienda. Esto significó la peor derrota en el campo estratégico para los Panches y una ventaja significativa para alcanzar la victoria castellana contra este pueblo.4

 

Este puede ser uno de tantos motivos, para reconsiderar los nombres que actualmente dedicamos a instituciones en homenaje a grandes personajes, por que muchos de ellos no lo merecen; algún día cuando encontremos la verdadera historia cambiaríamos estos nombres por el de aquellos que por sus actos y espacios construidos realmente lo han ganado.

 

Entre los caudillos y guerreros más destacados en la lucha contra los castellanos tenemos el Cacique Bituima quien derrotó a Fernán Pérez de Quesada en una batalla complicada donde el tiempo, valor y astucia fueron decisivos. Jefe de una coalición de parcialidades Panches entre ellos Ambalemas, Sasaimas, Guataquíes, Anapoimas apoyados por Tocaremas, Síquimas, Calandaimas y otros más, se organizaron para expulsar de sus territorios a los españoles.

 

Difícilmente se ha podido organizar una lista de otros jefes, con historias de arrojo por lo complicado en hallar sus nombres o acciones de valentía entre los manuscritos españoles de la época, sin embargo aquí tenemos algunos de ellos; Grandes Señores que gobernaban las tierras de la parte que hoy día comprende las tierras cálidas del departamento de Cundinamarca contra el río Magdalena en momentos de la conquista: Anapoima, Atacaima, Bituima, Calandaima, Conchima, Iqueima, Guacana, Lachimi, Síquima, y Tocaima.

 

Caciques que dominaron la margen occidental del río Magdalena, norte del Tolima que hicieron frente a los españoles: Abea, Ambalema, Cirircua, Cimara, Colandaima, Totor, Leriguá, Pompomá, Niquiatepa, Sumará, Ujiaté, Unicoá, Uniatepa, Uniguá, Ondama y Yuldama. Es posible que algunos de estos nombres hayan sido confundidos por importantes Después de este primer encuentro con sus lamentables consecuencias y antes de disminuir el ánimo por defender sus territorios, los Panches se organizaron cada vez más "en tácticas de guerrillas de indios " para enfrentar las grandes acciones militares que aún estaban por venir.4

 

Aspectos antropológicos

 

Su piel era cobriza, andaban desnudos, con zarcillos en orejas y narices, sartas de colores en cuello y cintura y plumas de colores en la cabeza. Adornaban cuello, frente, brazos, muslos y pantorrillas con piezas de oro. Tenían por costumbre colocar tablas en la parte posterior y anterior de la cabeza de los niños, para que el cráneo tomara forma de pirámide. Sus poblaciones, rancheríos dispersos que dependían de uno principal donde vivía un jefe político (aunque jamás alcanzaron niveles de cacicazgo o estatales), estaban situadas en partes altas y de difícil acceso, a donde se llegaba por un único camino, en el que, para protegerse de los enemigos, cavaban profundos fosos, en cuyo fondo colocaban púas envenenadas. Solían adornar sus casas con cráneos de los enemigos y decorarlos como forma de prestigio social. Según los españoles practicaban el canibalismo, haciendo presumir el uso ritual del mismo, también se afirma que bebían sangre en el campo de batalla.3

 

Religión

 

Es un hecho seguro que la organización social es paralela al dogma y descubre una unidad fundamental, siendo considerados los hechos naturales como un gesto de fuerza divina; en los valles del Magdalena el Panche adoraba la fuerza de la naturaleza y, ante todo, las aguas, las montañas, el monte, el sol y la luna. Los Panches tenían como Dios central un ser tutelar, poderoso y único llamado NANUCO o NACUCO. Dominaba y regía las cosas de este y otros mundos, tenía el poder de hacer tanto el bien como el mal, era supremo; por lo tanto sus actos y naturaleza iban acompañados de doble contenido. Este temido Dios era evocado con un nombre diferente de acuerdo a su estado de ánimo y de los sucesos ocurridos en el mundo, asimismo podía ser visto de diferente manera. A un que era el Dios de Dioses siempre estaba representado con una sexualidad femenina. Tenía igualmente este pueblo, un conjunto de Dioses mayores como el sol, la luna llamada QUININÍ, el agua y el monte. Existían también Dioses menores iguales a los de la etnia Pijao como la princesa Diosa TULIMA y otros de importancia como LULOMOY Dios grande con múltiples extremidades, LOCOOMBO Dios del tiempo, benévolo y creador de todas las cosas existentes y ELIANI Dios de las cosas no buenas, su poder fue mal interpretado por los conquistadores dándole el mismo calificativo del demonio cristiano.Por la abundancia y proximidad con las aguas, algunas de estas deidades debieron ser habitantes de las mismas, otras aparecían y se transformaban en la noche, como la luna por quien sentían gran respeto y atracción.

 

Al igual que otras religiones, los Panches adoraban un ser supremo con una personalidad compleja, seguido por dioses menores o deidades a las cuales atribuían la maldad o la benevolencia. Su Dios central representaba dos mitades irreconciliables y opositoras; arbitrariamente dividido, ejercía el bien entre los hombres siendo a su vez aterrador y despiadado. Contrario al diablo en el cristianismo, éste no era un ser independiente que solo actúa a favor del mal, aquí pertenecía a esa misma esencia divina. La maldad para los Panches era parte del carácter de ese mismo Dios benévolo y celestial; por lo tanto para poder adorar el mundo en su totalidad, había que establecer junto al culto inmaculado, un culto a la maldad, o digámoslo de otra forma un culto al castigo divino.

 

Estas deidades no solamente indicaban al hombre indígena las formas de hacer las cosas o de cómo actuar entre ellos mismos, sino fijaban normas que seguían con sumo rigor, respeto, atención, temor, teniendo como fin la actitud hacia la Naturaleza, ya que era ella misma quien ejercía sobre el hombre todo su poder. Ella representaba el espacio vivo de la ocupación y el sustento humano. El culto a Natura, con particularidad casi congénita y ancestral como las oraciones, rezos, sacrificios, ofrendas y la misma esencia de la filosofía, tenía un carácter estrictamente basado en el Equilibrio Ecológico. De esta estrecha e imprescindible relación afloran revelaciones como los espíritus del agua, aire, tierra, fuego, monte, quienes con todo su poder y respaldo de la Gran Madre castigan a quienes profanan y abusan o premian a quienes respetan y cuidan de este medio vital. Estos Elementos Dioses, estaban dotados de vida y descomunal poder, siendo estos quienes castigaban con enorme furia como erupciones volcánicas, lluvias torrenciales, temblores, tormentas o sequías, cuando ese equilibrio estaba amenazado.Ver más en Los Inconquistables Panches del Magdalena.

 

Usos y costumbres

 

Se recalca de forma constante que la actividad más importante de los Panches era la guerra y por este motivo sus actividades cotidianas giraban en torno a esta. Sin embargo se sabe que trabajaron la cerámica para fabricar ollas y utensilios caseros. Conocieron el arte del hilado y el tejido, aunque en forma rudimentaria. El arte rupestre lo expresaron mediante ideogramas grabados o pintados en las rocas, de los cuales aún subsisten muestras en el cerro Guacaná, en la piedra del Chucui y en general en decenas de piedras talladas en todo su antiguo territorio. La música, que en todos los pueblos ha sido una manifestación artística y a veces con connotaciones religiosas, también la practicaron los Panches con instrumentos tales como carracas, fotutos, trompetas de caracol, cascabeles, semillas secas y tambores.4

 

Los Panches eran exógamos no se casaban con miembros de su misma tribu ya que se tenían como hermanos, por lo tanto las mujeres y hombres buscaron parejas matrimoniales en otros grupos o incluso de otros pueblos.

 

Idioma Panche

 

El panche es una lengua indígena extinta hablada hasta el siglo XIX sobre los ríos Gualí, Mariquita, Guarinó, Coello, Villeta, Seco, Magdalena y Fusaguasuga, en el departamento colombiano de Cundinamarca.

 

Sólo se conoce conoce una breve lista de vocabulario de esta lengua de ocho palabras en total.1 Esa evidencia no permite clasificar adecuadamente la lengua por lo que se considera una lengua no clasificada (y probablemente inclasificable). La lista conocida es:

 

1.acaima -persona importante'

 

2.xua -español (blanco)'

 

3.pati -Cataratas Tequendama'

 

4.panche -Bagre (pez)'

 

5.patalo -Pez con boca grande'

 

6.colima -Asesino cruel'

 

7.xe -hombre muy poderoso'

 

8.tolima -nieve'

 

Nótese que tres de estas ocho palabras tienen la terminación -ima.

 

LOS PANCHES - GUERREROS

 

 

 

 LAS MIGRACIONES CARIBES EN COLOMBIA

 

 

 

   Las distintas tribus de la familia Caribe, que no fueron sometidas, se extendieron lentamente por las vertientes de los Ríos Magdalena, Cauca y Atrato, en busca de climas y tierras amables, asentándose en distintas regiones, y recibiendo diferentes nombres por los historiadores.

 

 Esta familia lingüística desplazó por diferentes regiones de Colombia. En la Costa Atlántica se ubicaron los turbacos, urabaes, sinues, cocinas, calamares y hondas. En la Región Andina, más exactamente en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca,

 

 Caldas, Quindio, Risaralda, Tolima, Huila, Valle y Chocó, se encontraban los pueblos Panche, Muzos, Quimbayas, Pijaos, Paeces y Calimas.

 

 El territorio actual del oriente del Tolima y occidente de Cundinamarca, estuvo habitada por el pueblo Panche. De especial importancia para el estudio de los antepasados de el

 

 Municipio de El Colegio.

 

  

 

 LOS CARIBES

 

 GENESIS DE LOS CARIBES

 

 

 

   En el mismo instante que Cristóbal Colon pisó suelo americano, tuvo información de la existencia de gente aguerrida, altiva y caníbal. Pero fue en su segundo y tercer viajes que pudo constatar lo que otros nativos le habían contado. El 5 de noviembre de 1493,

 

 sus hombres se embarcaron con hombres y mujeres nativos, que a punta de señas sostenía que preferían marcharse con ellos a cambio que se los devoraran los caribes.

 

 El 14 de noviembre siguiente, se cruzaron con una canoa en la cual viajaban algunos nativos que tenían el pene amputado, por lo cual dedujeron que estaban en proceso de ceba para después comérselos.

 

 Colón llamó a estas gentes ¨canimas¨, ¨canibaö ¨canibal¨, y desde entonces las islas donde vivieron se conocen con el nombre de ¨Caraibaö ¨Karib¨. Algunos autores consideran que la palabra karib es de origen arawak con la que designaron a los pobladores insulares y costeros enemigos de los ¨Taino¨ como se denominaba

 

 generalmente a los arawak de la Española, Cuba y San Juan.

 

 En un momento Colon propuso que se instaurara el comercio de esclavos nativos la crueldad de estos. En 1503, la reina aprobó el comercio de esclavos y esto llevó a que la

 

 población de la Española fuera exterminada.

 

 

 

 A finales del siglo XVI, los Caribe de las islas (kaliganos) y los del litoral venezolano

 

  (kaŕiña), atrapaban nativos de otros pueblos y los vendían a comerciantes holandeses y franceses, sembrando con ello el pánico en la Guyana y el Orinoco. Algunas veces

 

 negociaban con los jefes de las tribus locales. Sin duda esta participación activa de los Caribe junto a las potencias enemigas de la corona española, explican la mala imagen de los mismos, que se propagaría por el mundo hispano.

 

  

 

 LOS CARIBES EN COLOMBIA

 

 

 

    En los primeros años del siglo XX, los historiadores colombianos: Ernesto Restrepo Tirado y Carlos Cuervo Márquez, señalaron la marcada influencia ¨Caribeën Colombia. Para dichos autores, estos nativos se habrían desplazado hacia el continente desde las Antillas y se hallaban en un proceso de ocupación en el territorio colombiano a la llegada de los europeos. A pesar de las opiniones etnocéntricas de los citados historiadores con respecto a este proceso, llamaron la atención de utilizar los materiales lingüísticos para seguir al pueblo Caribe y determinar su influencia en

 

 territorio colombiano en época prehispánica.

 

 Sus tesis fueron reconstruidas por el profesor Paul Rivet en un célebre trabajo titulado

 

 ¨La influencia Karib en Colombia¨ (1943), que se convirtió en una especie de manifiesto de la investigación etnológica de nuestro país durante las décadas de 1940 – 1950.

 

 Rivet caracterizó la influencia y presencia ¨Karib¨ basándose en las ligaduras deformadoras de las pantorrillas y los brazos, que aparecían en las representaciones de barro o en la iconografía de las tapas de determinadas urnas.

 

 Por otra parte, Rivet pensó su teoría mediante la tesis de examen sobre la dispersión de ciertas piezas de orfebrería (como el caracolí) y la distribución de la técnica de la tumbaga en los grupos indígenas, ya que atribuían su difusión en Colombia a una influencia ¨karib¨. En un principio planteó la existencia de los grandes bloques de lenguas Caribe en nuestro territorio; una occidental y otra oriental.

 

 En el contexto del subgrupo oriental aglutinó parte de las lenguas del Litoral Pacífico y de la hoya del Río Cauca; el grupo oriental estaba conformado por las lenguas; Motilón, Yariguí, Carare, Tolima, Muzo y posiblemente Pantagoras, Panche y Pijao

 

 Más tarde modificó parcialmente este esquema lingüístico.

 

 Para el profesor francés, los grupos ¨Caribe¨ habían

 

 penetrado en territorio colombiano, posiblemente por los

 

 Ríos Magdalena, Atrato y Amazonas, después de la

 

 expedición de los ¨chibchas¨. Estimaba que, según

 

 revelaban las crónicas del siglo XVI, los Caribe, estaban a

 

 punto de invadir territorios bajos de los ¨chibchas¨,

 

 

 

 Las distintas tribus de la familia Caribe, que no fueron marinos, se expandieron hacia el interior del territorio por las vertientes de los Ríos Amazonas, Magdalena, Cauca y Atrato, y sus afluentes en busca de tierras y climas aptos, asentándose en diferentes

 

 regiones. Los cronistas les dieron diferentes nombres, simplemente tomaban el del cacique o líder del grupo.

 

 El territorio actual del oriente del Tolima y el occidente de Cundinamarca, estuvo habitado por las tribus ¨panche¨. Pueblo de importante significación para el estudio de los antiguos habitantes del municipio de El Colegio Cundinamarca.

 

  

 

  

 

 LOS PANCHES

 

  

 

  Los hallazgos arqueológicos realizados

 

  hasta ahora, han permitido ubicar sitios de

 

  establecimiento panche a lo largo del Rio

 

  Magdalena, desde el Peñón Cundinamarca

 

  hasta el Espinal Tolima. Los principales

 

  sitios de ocupación se encuentran en

 

  Girardot, Ricaute, Armero, Honda,

 

  Guaduas, El Peñón, el Cerro Quinini y

 

  M e l g a r. L o s e s t u d i o s h a n e s t a d o

 

  relacionados con respecto a las costumbres,

 

  sus ritos y funerales, las prácticas

 

  canibalices, sus deformaciones craneanas y

 

  las formas de habitación.

 

  Chozas y habitantes del bajo Magdalena

 

  Muñoz Castiblanco Guillermo.

 

  Patrimonio rupestre HISTORIA Y

 

  

 

 LOCALIZACION

 

 

 

  Según los autores del libro ¨Los Panches: Valientes Guerreros del Valle Alto del Río                                 Magdalena El territorio panche se encontraba en las estribaciones de la cordillera oriental  

 

 hacia el valle del Magdalena en el departamento de Cundinamarca, y se asentaban en los  municipios de Guaduero, Quebradanegra, Pinzaima, Nimaima, Vergara, Tocaima,Guaduas, Villeta, La Vega, Chaguaní, Sasaima, San Juan de Rioseco, Vianí, Bituima,     Guayabal de Síquima, Alban, Beltran, Quipile, Anolaima, Apulo, Jerusalen, Pulí, Cachipay,     Doima,  La Mesa, El Colegio, Anapoima, Apulo, Jerusalen, Guataquí, Nariño, Agua de Dios,  

 

 Viotá y Tibacuy. En las estribaciones de la cordillera central al norte del departamento del Tolima en los municipios de Honda, Mariquita, Armero, Ambalema, e Ibagué;  igualmente comprendían sectores del sur del departamento de Caldas.

 

 En la Ënciclopedia Histórica de Cundinamarca. Tomo I; Volumen I¨, aparecen los  Siguientes límites (según don Miguel Triana): ¨Desde la confluencia del Magdalena con Fusagasugá, siguiendo éste arriba hasta donde le tributa sus aguas el rio Panche o Chocho; subiendo por este último hasta frente a Tibacuy y de ahí al Alto de la Cruz, Quizá por la depresión de Cumaca; del Alto de la Cruz siguiendo la zona de tierra  templada que demarca la serie de piedras pintadas, mojones chibchas, según respetables opiniones por la parte superior de los municipios de El Colegio, Tena, Anolaima (a      prudente distancia de Zipacón, como dominio chibcha), de ahí en dirección a Bituima, Villeta, a Utica, y luego a lo largo del rio Negro hasta su desembocadura en el Magdalena

 

 Aparecen otros posibles límites; igualmente respetables como los anteriores: Por el oriente con los Muiscas de origen Chibcha, a quienes fustigaban continuamente y con quienes comercializaban en época de paz. Por el norte con los Pantágoras y los Colimas, con quienes según algunos historiadores y cronistas tenían parentesco. Por el occidente con los Pijaos también de la misma familia según estudios realizados por el profesor Paul Rivet, por lo tanto se dificulta una exactitud limítrofe por este lado. Por el sureste limitaron con los sutagaos, que los separaba la cordillera de Subia. La constante belicosidad con las demás tribus mantenía una permanente expansión de su territorio; sin embargo la fuerte resistencia de las demás poblaciones limitítrofes no les permitió su expansión, sobre todo en la sabana de Bogotá como parece que era su objetivo.

 

 

 

 TERRITORIO PANCHE

 

 

 

 En el Municipio de El Colegio existe bastante material ilustrado en el Libro: patrimonio       rupestre:

 

 

 

  HISTORIS Y HALLAZGOS

 

 Si observamos con cuidado, la Región del Tequendama en su totalidad pertenecía al          pueblo étnico de los Panches. Don Miguel Triana ilustra claramente en su enciclopedia el posible territorio que  ocupaban los Panches al arribo de los europeos a nuestro país.

 

 

 

  

 

 ASPECTO FISICO

 

 La descripción física de los panches se ha logrado teniendo en cuenta los escritos de los cronistas de la época y de las investigaciones antropológicas. Fueron los panches hombres altos, fuertes y muy musculados, de cara ancha, pómulos sobresalientes,

 

 nariz larga y aguileña. Con ligaduras deformaban las pantorrillas y los brazos, de igual manera usaban unas tablillas en sus cabezas para deformarlas también. Algunos autores sostienen que sus

 

 deformaciones no tenía otro objetivo que adquirir un aspecto

 

 feroz e intimidante ante sus enemigos, lo cual lograban con

 

 su arrogancia y altivez acompañadas del gran valor que los

 

 caracterizó.

 

 La valentía, el coraje y la organización militar que mostraron

 

 para defender sus tierras y su pueblo los llevó al exterminio

 

 frente a la invasión europea.

 

 Sus vestidos presentaban variaciones acordes con el clima. En tierra cálida permanecían semi desnudos, solamente se cubrían con un guayuco o taparrabo sostenido con una cuerda en la cintura. La mujer por lo general llevaba una túnica sostenida en el hombro. Los adornos de oro, los dientes de animales y humanos eran

 

 utilizados con frecuencia, los penachos altos se utilizaban para la guerra, un adorno muy particular eran los brazales con que se deformaban los brazos y las tablillas para deformarse el cráneo. Utilizaron los colores negro y rojo para pintarse vistosos dibujos

 

  en el cuerpo y rostro.

 

 Tomado de: Patrimonio rupestres:

 

 

 

   HISTORIA Y HALLAZGOS

 

 

 

 

 

 ORGANIZACIÓN SOCIAL

 

 

 

  La población estaba organizada por clanes con parentesco en línea femenina. Fueron exógamos y consideraban un delito el matrimonio con miembros del mismo clan. La guerra marcó sus costumbres. El primer hijo debía ser hombre de lo contrario las niñas que nacieran antes que el primogénito, eran abandonadas a su suerte en el monte para que muriera o fuera devorada por las fieras, esta práctica se repetía hasta que naciera un varón; de ahí en adelante podían nacer todas las niñas que fuera posible, pues ella

 

 desempeñó labores muy importantes en la guerra, pues hacía de enfermera, armera, carguera, etc. La organización y relación entre clanes se daba mediante el intercambio y militarmente.

 

  

 

   SILLA PANCHE

 

  

 

    El ¨trono de los panchesës sin duda una

 

  curiosidad reseñada por Liborio Zerda

 

  en su obra Ël Dorado¨. La presencia de

 

  este objeto hace pensar en las

 

  descripciones de los caciques y sus

 

  engalanados Acaymas

 

 Muñoz Castiblanco Ricardo. Patrimonio rupestre:

 

 

 

   HISTORIA Y HALLAZGOS

 

 

 

  ORGANIZACIÓN POLITICA

 

 

 

  Sus costumbres guerreras marcaron definitivamente el comportamiento de los panches. Para enfrentar al enemigo se organizaban en cacicazgos, a su vez estos se

 

 organizaban por confederaciones que dirigía un cacique. Los caciques alcanzaban su poder político-militar de acuerdo a sus triunfos y valentía demostrada en combate.

 

 

 

  GUERRA Y DESTRUCCION

 

 Imagen tomada de: Los Panches. Valientes Guerreros del Valle Alto del Rio Magdalena

 

 

 

 CREENCIAS RELIGIOSAS

 

 Los cronistas de época describen las costumbres religiosas de los panches como diabólicas e infernales, lo cual es lógico a la luz a la luz de la civilización europea que

 

 venía imponiendo la religión cristiana, pero no en la visión cósmica del nativo.

 

 Por la disposición y elementos encontrados en las tumbas, se deduce que ellos como muchas familias precolombinas, también creían en la existencia de una vida en el más

 

allá y enterraban a sus muertos con joyas y cuanto pudieran necesitar en ese largo viaje No se sabe con exactitud cuálesfueron sus divinidades, pero le rendían tributo a la luna porqueellas le alumbraba en la noche, no siendo gracia que el sol alumbrara de dia.

 

A falta de divinidades creían en dioses protectores personales

 

que favorecían sus cosechas, su salud y los protegían en la guerra.

 

En la relación de Tocaima se señala que los panches eran

 

monoteístas y a su dios lo llamaban Nacuca. (…) en la guerra que los panches sostuvieron contra los españoles, se dice que estos invitaban a los otros grupos de nativos a visistar un ídolo de oro, el cual los vendría a ayudar en esta guerra contra los blancos.

 

 Es de creer de acuerdo a lo que han expuesto varios cronistas, esta deidad era un indio pequeño que trajeron cargado, les habló en su misma lengua a los quimbayas. Esta divinidad no peleaba como los indígenas, pero planeaba los ataques a los peninsulares

 

 cuando cruzaran en sus caballos, él haría salir fuego del piso y los quemaría con caballo y todo.

 

 Afirmaban que desendió del cielo y que era hijo de otro diós que se encontraba entre los panches, quien era muy viejo y estaba sentado y dispuesto a venir a la tierra de los quimbayas con muchísimos guerreros a ayudarlos si era necesario.

 

 Ochoa Blanca: Los Panches, boletín arqueológico

 

 Rodríguez Cuenca José Vicente y Cifuentes Toro Arturo; Los Panches.

 

 

 

  Valientes guerreros del Valle Alto del Río Magdalena.

 

 

 

  Se sabe que los Panches construían templos o casas donde depositaban los cráneos de sus enemigos a manera de recipientes en las boticas y sus entierros se conocen como de forma primaria, es decir en una fosa en el suelo y con la cabeza dirigida hacia

 

 su pueblo de origen.

 

  Nosotros los Panches… Guerreros indómitos de sangre Caribe.

 

 

 

 ACTIVIDADES QUE DESARROLLABAN LOS PANCHES

 

 AGRICULTURA:

 

 

 

   Según algunos cronistas, los panches cultivaban yuca, maíz, batatas y piñas de las cuales preparaban aparte de sus alimentos, también unas bebidas o vinos.

 

 La piña llamó la atención de los españoles por su forma y sabor; tanto así que la describieron de la siguiente manera: ¨Y la piña es cierta fruta tan grande como un mediano melón y de color verde y amarillo; están figuradas por toda ella una manera de

 

 cabezas de cáscaras de piña de piñones de España, no obstante que toda ella tiene una sola cáscara, la cual mondan y la carne de dentro es muy blanca, y en el gusto agrada dulce y de muy buen sabor. Destila en cortándola nueva agria. Tiene a lo alto una

 

 manera de coronilla; nace de unos cardones; es excelente fruta y de muy buen olor y de esta hacen los indios un vino muy fuerte¨ (Patiño, 1983: 274)

 

 

 

  PESCA:

 

 Los Panches al momento del arribo español, se encontraban dominando un gran tramo del valle del rio Magdalena en el occidente de Cundinamarca; por su situación y posesión de este sector que tradicionalmente es el punto de represamiento de la pesca en la época de subienda, por loa saltos que forma el rio en Honda, lograron controlar en buena medida el recurso pesquero en la región.

 

 En la relación de Tocaima, comenta Gonzalo Pérez de Vargas, que estos indios Panches de la región, eran grandes pescadores y cazadores, anotación igualmente referenciada por fray Pedro de simón, quien escribía que para la época de subienda, los

 

 indígenas acudían al rio desde las montañas para pescar, creando rancherías durante la estación.

 

 Asociada a la pesca de bagre, bocachico, nicuro y otras especies como la doncella, se encuentra la recolección de huevos de tortuga y la captura de ellas. Fueron tantas las tortugas que mantenían las aguas del rio magdalena que en un momento dado molestaban la navegación de las bogas. Simón (Ibid). Narra como gran parte del

 

 sustento de indios y negros barqueros del rio, consistía en la recolección, consumo y mercadeo de los huevos de estas: crianse en las partes de más sosegadas aguas, innumerables tortugas, bien crecidas. Y fueron tan infinitas mas y que pudieran ser estorbaran la boga, si no les destruyeran los indios y negros de ella los huevos que paren en la arena de sus playas, que son el principal sustento de esta gente al subir y

 

 bajar el rio .

 

 

 

  CAZA:

 

 La caza mantuvo un importante papel, ya de venados y animales propios de las llanuras cercanas al rio así como de las propias a la montería. Los pantágoras en su mitología mostraban el deseo de vivir después de muertos cerca al rio magdalena ante la abundancia de pesca y animales para la cacería. El cacique de Tocaima ofreció a los españoles como presente, entre otras cosas, carne de báquiras, venados, tórtolas y otras aves, según el cronista Simón.22

 

 

 

  EL CALENDARIO DE LOS PANCHES

 

 En el triangulo de los municipios de Tibacuy, Nilo y Viota concentrado sobre la región de Cumaca y Liberia y las laderas del cerro Quinini, donde está la llamada cueva de los Panches, últimamente se han hecho sorprendentes hallazgos de petroglifos en piedras gigantescas (…).

 

  

 

   DISCO SOL-LUNAR DE LOS PANCHES

 

  Petroglifo en la piedra del ¨sol¨, Vereda la Fragua, declive del Cerro Quininí, Municipio de Nilo

 

 Algunos investigadores de los panches sostienen que este pueblo plasmó en una piedra su calendario solar-lunar y se conoce con el nombre de la piedra del sol. Han intentado dar algunas explicaciones: ¨los petroglifos en la Piedra del Sol que así la

 

 llaman los de Nilo, situada en este municipio, Disco sol-lunar de los Panches. La figura central, varios círculos, el circulo siguiente, divididos, el exterior por 26 ganchos que representan los 26 meses del año Panche; el circulo siguiente hacia adentro, dividido

 

 por 14 ganchos que representan los 14 meses del año y cambio de luna, que al multiplicarlos,26x14 da 364 días del año Panche, dice don Álvaro Agudelo. Es posible que este sea el disco sol-lunar de los Panches, pues las piedras están en el corazón de su nación y no en territorio Chibcha; los panches siempre fueron sus feroces

 

 enemigos, y para que los Chibchas lo hubieran grabado y para ello tenían que entrar al territorio panche y permanecer en esta tarea. Además este calendario es un petroglifo, característica de los indios del valle de Magdalena, en tanto que los Chibchas usaban

 

 los pictogrifos, como aparece en las piedras de El Helechal, de Pandi que eran de la región de los Sutagaos, sus vasallos y no de los panches , como algunos suelen decir

 

 quizá por la supuesta analogía.

 

 Velandia Roberto; Enciclopedia Histórica de Cundinamarca

 

 

 

 

 

  GUERREROS, CANÍBALES Y COLECCIONISTAS DE CABEZAS

 

 Los Panches al igual que otras etnias, presentaban generalmente una contienda permanente con sus vecinos territoriales, especialmente con los Colimas y los Muiscas,

 

 además, sostuvieron sus enfrentamientos internos, los que se agudizaron con la llegada de los peninsulares ante la supremacía de las armas. Algunos cronistas y en el libro: ¨Los Panches. Valientes guerreros del Valle alto del rio Magdalena¨ se encontraba una marcada diferencia entre los pobladores del valle del rio Magdalena y los habitantes de la montaña. En el mismo libro y según el antropólogo Marshall Sahlins se cita mientras no se disponga de una autoridad común que los atemorice a todos, son objeto

 

 de permanentes hostilidades de todos contra todos.

 

 Algunos entendidos en la materia como Patiño (1983:259) escribieron que los indios colimas con los panches sostenían continuas batallas, para ello se apellidaban y hacían correr la fecha en que se enfrentarían con el enemigo, o sea, que saldrían de caza para aprovisionarse de carne humana para su consumo. La planeación de los ataques se bajo el efecto de sendas borracheras. Se dice de igual manera que tantos colimas, como panches que no organizaban el combate, se unía a sus familias bajo sus propios

 

 intereses ya fuera parte de la carne allí conseguida, ya fuera parte de los prisioneros de guerra, o ya de las mujeres que capturaran.

 

 En mismo libro anterior mente mencionado se lee ¨La emboscada la efectuaban en las horas de la noche, salteando pueblos y caminos. Los Panches en igual medida prefería la noche (por ello lo de rendirle culto a la luna) para sus ataques a los muiscas y pueblos

 

 vecinos. Las grandes batallas contra los españoles se generaron a plena luz del día. Los Panches antes de salir a sus habituales combates, se adornaban la cabeza con penachos de vistosas plumas, lo que daba al conjunto de guerreros un aspecto

 

 imponente y pintoresco. En las manos llevaban el arco y las flechas, lo mismo que la macana de dura madera. Para la pelea se disponían en escuadrones bien alineados con gran orden y disciplina, lo cual sorprendió a los españoles. Detrás de los guerreros venían los grupos de aprovisionamiento con gran cantidad de pertrecho de guerra, como largas y gruesas mazas, hondas, mochilas llenas de piedras, saetas emplumadas

 

 y cerbatanas con las que disparaban; además buena provisión de veneno para las armas que eran arrojadizas.

 

 El triunfo para unos y para otros consistía en la acumulación de cabezas que indiscutiblemente daban status al guerrero, por eso el que más cabezas cortaba y más heridas producía en sus cuerpos, volvía a su casa muy cargado. Siempre tomaba más

 

 chicha donde quiera que llegara Rodríguez Cuenca José Vicente y Cifuentes Toro Arturo; Los Panches. Valientes          guerreros del Valle Alto del Río Magdalena.

 

  Algunos cronistas de la época sostuvieron que los Panches  clavaban las cabezas en empalizadas a la entrada de sus casas y mirando hacia el camino para alejar el alma del difunto; les servían de vigías y por otro lado mostraban su poderío y status.

 

  Imagen que aparece en la

 

  Revista ¨Muy Interesante¨

 

  Año 16 188

 

 Rodríguez Cuenca José Vicente y Cifuentes Toro Arturo;

 

 Los Panches. Valientes guerreros del Valle Alto del Río Magdalena.

 

 

 

 EL CANIVALISMO: REALIDAD PANCHE O SIMPLE IMPRESIÓN

 

 EUROPEA…

 

 

 

  Sobre el comportamiento antropófago de los pueblos étnicos en América a la llegada de los europeos se debe tener en cuenta algunas variables que quizá permitan entender de mejor manera las aseveraciones que se hacen especialmente sobre el pueblo de los

 

 panches, y sus costumbres de consumir carne humana y rendir culto al demonio.

 

 Para los españoles, el aspecto de los nativos los llevó a pensar que eran personas inferiores en entendimiento y no poseían alma, pero que cronista indígena pudo describir el terror que les generaba el ver a un animal y un humano en una sola figura;

 

 además con trajes brillantes y elementos que vomitaban fuego y causaban la muerte a cierta distancia.

 

 De otra parte, no sólo los pueblos Caribe y sus subgrupos rendían en sacrificio a sus dioses, los desafortunados prisioneros de guerra. Especialmente los aztecas y los mayas lo practicaron para granjearse favores con sus divinidades y para apocar su furia.

 

 Otra situación que se debe observar al leer estas crónica, es, la narración omnisciente del cronista que quizá nunca vino por estos lares; sus escritos se fundaron en las narraciones que hacían los viajeros y los marineros que siempre estuvieron yendo y

 

 viniendo.

 

 Otra razón puede ser que los evangelizadores no entendieron la mitología y cosmovisión del aborigen y justificara la

 

 bestialización y exterminio de los pueblos que no permitieron su trabajo y del cual tenían que rendir informe a sus majestades.

 

 Algunos cronistas un poco más conscientes y altruistas han hecho una descripción de los pueblos amerindios tratando de guardar las justas proporciones entre lo real y la fantasía.

 

 En el libro ¨Los Panches. Valientes Guerreros del Valle Alto del rio Magdalena¨ sus

 

 autores en el capítulo 12 hacen una nutrida referencia sobre ¨La antropofagia: captura de energía¨

 

 

 

 BIBLIOGRAFIA

 

  Las Mesitas de El Colegio de Nuestra Señora del Rosario del Calandaima

 

 Urbina Angel Rafael Alfonso - Duarte de Urbina Erminda

 

  Los Panches - Valientes Guerreros del Valle Alto del Río Magdalena

 

 Rodríguez Cuenca José Vicente y Cifuentes Toro Arturo

 

  Enciclopedia Histórica de Cundinamarca

 

 Velandia Roberto

 

  Arte Rupestre Historia y Hallazgos

 

 Muñoz Castiblanco Ricardo

 

  Periódico El Solidario

 

 COOTRADECUN

 

  Enciclopedia Encarta

 

 

 

 

 

 
 

 

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